Los productores de miel orgánica deben seguir procedimientos estrictos y cumplir con criterios rigurosos y amplios de los Organismos de Certificación. La miel orgánica debe estar libre de residuos de pesticidas u otros contaminantes, lo que no es fácil en el mundo tan contaminado en el que vivimos.
La miel ecológica procede de colmenares gestionados ecológicamente que están regulados por ley.
Se recolecta y procesa de la manera más natural, el manejo de enfermedades se realiza sin el uso de químicos tóxicos o antibióticos, y el forraje al que están expuestas las abejas está libre de pesticidas, químicos y otros contaminantes ambientales. Este es un tipo de miel súper saludable porque no contiene productos químicos sintéticos.
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Sin embargo, el problema es que, si bien se puede cosechar y procesar la miel siguiendo todos los requisitos necesarios para la producción de miel orgánica, no significa que el néctar que recolectaron las abejas no haya estado expuesto a pesticidas.
El problema es que hay muy pocas áreas en este contaminado mundo nuestro que no hayan sido afectadas por algún tipo de químicos tóxicos. Esto es particularmente cierto en los países más desarrollados e industrializados.
Requisitos clave que debe cumplir la miel clasificada como orgánica:
- Debe provenir de un colmenar que siga los estándares de ganadería orgánica. Esto significa que las colmenas deben estar libres de productos químicos o ubicadas lejos de granjas comerciales y áreas industriales.
- Las colmenas deben mantenerse en un área donde las flores de las que las abejas recolectan el néctar no sean fumigadas con químicos y las abejas no reciban antibióticos.
- La miel se procesa mediante sedimentación y colado gravitacionales.
- La miel no se calienta, por lo que es naturalmente espesa y opaca en comparación con la miel normal, que es clara y delgada