La loque americana es una enfermedad de origen bacteriano que se propaga a las larvas jóvenes con la alimentación que le dan las abejas adultas.
Es muy virulenta, tremendamente contagiosa, y sus esporas, que pueden permanecer activas por más de 30 años, están presentes en el 80% de colmenas. Capaz de matar colmenares enteros si no se diagnostica adecuadamente.
Mucho más letal y grave que la europea, la loque americana es la enfermedad de la nidada más temida por los apicultores. Está causada por el Bacillus larvae White, que se caracteriza por disponer de unas esporas muy resistentes: no temen ni al frío ni al calor, al sol o a la sequía, hacen frente a los desinfectantes y resisten en los panales durante más de treinta años en plena vitalidad y virulencia.
La loque americana se transmite por vía bucal, cuando las larvas reciben un alimento que contiene esporas. La enfermedad afecta a las larvas muy jóvenes (1-2 días), pero muestra sus efectos en la nidada operculada.
La loque americana presenta una evolución muy uniforme, con aspectos macroscópicos evidentes:
- Nidada no uniforme, con celdas operculadas y abiertas
- Opérculos de las celdas con larva afectada muy oscuros, hundidos, cóncavos y con agujeros
- Olor fétido en los casos de enfermedad muy extendida y en avanzado estado
- Las larvas son filamentosas y tienen un color pardo oscuro (la prueba de la varilla filamentosa de una celda que, en el momento de la extracción, arrastra un filamento maloliente y marronoso nos confirmará que nos encontramos ante un caso de loque americana y no europea).
El diagnóstico en el laboratorio es sencillo si se realiza un análisis microscópico de una larva muerta; en el campo, y en casos extremos, también resulta muy simple, puesto que el olor pútrido y los filamentos que hemos mencionado denuncian la presencia de la enfermedad.
Entre los factores que pueden determinar la aparición de la loque americana, citaremos algunos, aunque ninguno es determinante:
- Mala alimentación
- Debilidad general de la familia
- Material envejecido
- Evolución estacional contradictoria.
La loque americana se propaga rápidamente y por ello, hay que tener siempre bajo control a las colmenas.
Aunque hay quien sostiene que existe la posibilidad de curarla, hoy en día se ha demostrado que no es así, y que las colonias afectadas deben ser destruidas; además, es recomendable eliminar también las colmenas y todos los materiales que puedan haber sido infectados. El motivo es que la desinfección de las esporas de Bacillus larvate resulta casi imposible con los medios de que dispone un apicultor corriente.
La destrucción debe producirse al atardecer, cuando todas las abejas de la colonia infectada estén en el interior de la colmena. Se procede como sigue:
- Se cierra la colmena y se sella
- Se hace un hoyo en la tierra y se introduce la colmena;
- Abriendo la tapa cubrepanales, que con sus tres posiciones permite que pase el aire sin que puedan salir las abejas, se procede a eliminarlas con un aerosol o vertiendo por encima un mínimo de medio litro de gasolina.
- Transcurrida una media hora, cuando se haya hecho de noche y las abejas estén quietas, se rocía la colmena con un poco de gasolina u otro líquido inflamable y se prende fuego
- Los restos deberán ser cubiertos con un mínimo de 30-40 cm de tierra para evitar que, durante los días siguientes, las abejas de otras colonias puedan hurgar en su interior.
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Todos los utensilios que puedan haber estado en contacto con la miel o la cera contaminadas por esporas de loque americana deberán ser desinfectados y lavados varias veces con un producto adecuado o con alcohol.
No se debe reutilizar la miel producida por la familia afectada por loque americana, ya que en ese caso todo el colmenar resultaría infectado. Sin embargo, no hay nada que impida su consumo humano.
Una variedad que se considera intermedia entre la loque americana y la europea se denomina paraloque, y está provocada por un bacilo muy similar a Bacillus alvei (Bacillus para-alvei Burnside-Forster). Se trata de una forma rarísima que se acerca más a la loque europea que a la americana.
Algunos estudiosos sostienen que, en realidad, es una variedad de la europea. Sólo en su versión más virulenta puede confundirse con la loque americana, y como tal debe tratarse. En las formas más habituales se manifiesta y combate como la europea.
Buenos datos, triste conclusión para nuestro rubro
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