Venta de miel

La venta es una técnica proactiva de reconocer y satisfacer las necesidades consumidores o compradores de una forma que los beneficie.

Vender no es más que la transacción esencial que supone el comercio de un producto y la obtención de beneficios a cambio. Con esta definición, esto significa que la venta requiere una estrategia adicional y cuidadosa y una toma más calculada de decisiones.

La apicultura ofrece la oportunidad de que incluso personas puedan cosechar productos comerciales y al por menor de los que conseguir ingresos. Los productos apícolas populares llamados miel pueden venderse en un mercado apropiado. Los apicultores deberían determinar el mercado que mejor se adapte a sus productos. Los apicultores solo pueden tomar esta decisión cuando la sociedad conoce las opciones disponibles.

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Las oportunidades en el mercado difieren en función de la cantidad de miel a la venta y de las muchas posibilidades para un apicultor para evaluar cierto mercado y están determinadas por el área, las comunicaciones y los recursos disponibles para publicidad.

Por ejemplo, un apicultor que solo tenga una pequeña cantidad de miel inmediatamente después de la cosecha y no sea capaz de llevarla a una zona en la que hay menos miel en el mercado tendrá menos opciones en este. Es posible que la única alternativa sea el mercado y el precio locales.

Un apicultor que pueda almacenar miel hasta que otros hayan acabado de vender tendrá un mercado local razonable con un precio literalmente mayor para la miel, al ser esta más escasa. Los apicultores que solo tengan una cantidad moderada de miel para vender, pero estén dispuestos a unirse a otros apicultores en la misma situación (tal vez para pagar su transporte a otros mercados) tiene así diversas posibilidades.

En general, los mercados locales suponen una cantidad pequeña de ingresos regulares en efectivo y tienen pocas posibilidades de crecimiento para el negocio apícola. Esto es cierto sobre todo cuando muchos apicultores están tratando de vender en el mercado local al mismo tiempo. La inaccesibilidad a los mercados lejanos y los mercados saturados hacen que los productores acudan más a intermediarios que les dan menos dinero del que esperaban, desanimándolos a continuar interesados en una mayor producción de miel.

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Los mercados lejanos pueden asimilar mayores cantidades de miel, de forma que pueden producir una riqueza considerable para los productores. En todo caso, estos mercados necesitan volúmenes mucho mayores de miel y normalmente requieren un suministro fiable a lo largo del año.

Esto requiere continuamente la cooperación entre muchas personas distintas para crear una cadena de suministro. Cuanto más lejano sea el mercado, más larga será esta cadena. Como toda cadena, constará de varios eslabones (productores, intermediarios, vendedores al por mayor y al por menor).

Si se rompe u omite alguno de los eslabones de la cadena, toda ella se vendrá abajo. Hay que ser conscientes de que cada eslabón en la cadena de venta querrá beneficiarse con la venta de la miel, lo que puede influir tanto en el precio de compra como en el de venta. Los mercados lejanos requieren volúmenes más grandes, tiempos fiables de entrega, estándares establecidos de calidad y probablemente tengan algunas responsabilidades regulatorias.