La apicultura es un arte

La apicultura a pequeña escala es vista por muchos como una especie de cura para la multitud de problemas que enfrentan las colonias de abejas hoy en día, y podría serlo si lo hacen bien. Por suerte, cualquiera puede ser apicultor. Todo lo que necesita comprar son un montón de abejas y una colmena Langstroth para que vivan. Además, necesitará un permiso para criar abejas en su propiedad. Parece bastante fácil, ¿verdad?

Bueno, no del todo. La apicultura implica más de lo que parece en la superficie.

La apicultura es un arte sagrado

La crianza de abejas es un arte, que requiere un apicultor que entienda ciertas cosas, como la salud de las abejas, el equilibrio de la colmena y los requisitos de las abejas por temporada.

Si usted es un aspirante a apicultor, debe aprender a identificar y manejar las enfermedades y plagas que afectan a las abejas. Algunas de estas enfermedades son muy contagiosas para otras abejas, lo que pone en peligro a otras colonias porque las abejas de la miel tienden a cubrir mucho terreno mientras buscan alimento o forman enjambres (la enjambrazón es básicamente la reproducción natural de las abejas, donde se dividen en dos o más colonias). ¡No le gustaría que su colmena estuviera pobremente mantenida y fuera una amenaza para los zumbadores vecinos por eso!

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Otra cosa que hay que tener en cuenta mientras se crían abejas es su gran dependencia de las flores de su región inmediata. Así que cuando llegue el invierno, o haya escasez de polen, deberá proporcionar una fuente de alimento alternativa. Asegurar su salud mediante el cuidado y la nutrición adecuados no es una tarea que se pueda realizar a la ligera.

Junto con la fabricación de queso y el cultivo de olivos, la crianza de abejas se ha considerado artística desde la antigua Grecia. Artístico porque el éxito de un apicultor no depende solo de la ciencia. Como otras actividades artísticas, los conocimientos apícolas se transmiten generalmente de generación en generación.

Aristóteles, un popular filósofo griego, escribió notas detalladas sobre la vida y el significado de las abejas en su libro titulado Historia Animalium, al igual que muchos notables griegos antiguos.

La experiencia, la previsión y una profunda comprensión de los diferentes factores externos que no están bajo el control de una persona son tan necesarios como la botánica, la agricultura moderna y la ciencia apícola cuando se trata de una apicultura exitosa. Para cuidar de las abejas, hay que entender el equilibrio que debe existir dentro y fuera de la colonia. Debe saber cómo trabajar con este conocimiento para adaptarte a diferentes entornos y colonias únicas.

Datos breves y divertidos

• Puede parecer que los antiguos griegos eran los únicos obsesionados con la apicultura, pero no es así.

Muchos individuos notables han expresado un profundo interés en la apicultura, como Sherlock Holmes y Sir Edmund Hillary. Popular por su logro como el primer hombre en conducir un tractor a través de la Antártida y escalar el Monte Everest, Sir Edmund Hillary es considerado como uno de los más grandes aventureros del siglo XX. Un hecho no tan popular sobre él es que fue un exitoso apicultor, un oficio que aprendió de su padre. Sherlock Holmes, un personaje ficticio de Sir Arthur Conan Doyle, encontró un hogar en la apicultura después de su retiro. Léalo todo en su última reverencia: un epílogo de Sherlock Holmes.

• La cera de abejas se ha utilizado desde los tiempos de Persia y el antiguo Egipto.

• La cera de abejas era uno de los principales ingredientes utilizados en el embalsamamiento y la momificación de los muertos.

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• La cera de abejas se mezclaba con ciertos pigmentos en polvo, y esta mezcla servía como tinta para pintar y escribir documentos. También se usaba para preservar y sellar documentos oficiales.

• La cera de abejas es una cera real que se utilizaba en la producción de velas y figuritas.

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